Es curioso pero real. La mayor parte de un proceso de elaboración ni se toca, ni se controla y a veces ni siquiera se retiene. Como las ideas. Y no hablo de las concretas, si no de aquellas que aparecen y desaparecen. De las que son vetadas aún antes de ser manifestadas, pero que, cuando observamos el resultado final, nos damos cuenta que se colaron subliminalmente.
Por eso, nos gusta tanto grabar el proceso creativo. Quizás, tenemos la esperanza que en alguna de las imágenes tomadas podamos captar, cual espectros, esas ideas del underground y que nos guíen hacia otra gran idea.
Hemos comentado alguna vez que para crear un espacio hay mucho de improvisación. Y si no, procuramos siempre que algo quede al azar. Porque produce ese dejo de adrenalina que le da frescura al trabajo.
De todas maneras la mayoría de los detalles se trabajan mucho. La elección del material, saber como trabajarlo para lograr un efecto determinado, jugar con los colores, contrastes, espacio, luz y otros elementos.
Pasamos por tantas instancias que el Making Off es un capítulo aparte.
Aquí, les presentamos desde el boceto, hasta la elaboración:
Idea y Bosquejo:
Por eso, nos gusta tanto grabar el proceso creativo. Quizás, tenemos la esperanza que en alguna de las imágenes tomadas podamos captar, cual espectros, esas ideas del underground y que nos guíen hacia otra gran idea.
Hemos comentado alguna vez que para crear un espacio hay mucho de improvisación. Y si no, procuramos siempre que algo quede al azar. Porque produce ese dejo de adrenalina que le da frescura al trabajo.
De todas maneras la mayoría de los detalles se trabajan mucho. La elección del material, saber como trabajarlo para lograr un efecto determinado, jugar con los colores, contrastes, espacio, luz y otros elementos.
Pasamos por tantas instancias que el Making Off es un capítulo aparte.
Aquí, les presentamos desde el boceto, hasta la elaboración:
Idea y Bosquejo:
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